lunes, 30 de mayo de 2011

Un estado lamentable

He descubierto que mi estado más lamentable es cuando me siento atraída por alguien.
Me voy convirtiendo en una especie de maza amorfa,
carezco intelectualidad y de identidad, se los aseguro.

Es un proceso complejo de describir, pero prometo esmerarme.
Todo comienza cuando intento sacar mis herramientas de seducción, ACA empieza el conflicto.
Lo escucho hablar, y no conecto ni un segundo con lo que dice, solo estoy pensando en qué momento hacer un comentario inteligente, ese comentario que va a sorprenderlo y a activar mágicamente su interés.
Claro está que esto nunca me sucede, pero sigo intentando desmedidamente.
El inconveniente surge cuando hago ese comentario, que al no haber escuchado la charla, está totalmente desubicado. Y cuando digo desubicado me refiero a estar hablando de ventiladores y decir: -qué increíble que escribe Kandinsky, viste?-

Entonces ante esto me pregunto, y no retóricamente, si no seré mi gran enemiga en el amor. Quizás la solución sea desconectarme de mí… será? Será posible?

sábado, 7 de mayo de 2011

Me gusta la palta

Me gusta la palta
Tengo pie plano
Adoro el cine danés, pero lloro con "la boda de mi mejor amigo"
Racionalizo todo, pero creo en el príncipe azul y que existen los unicornios
Soy asimétrica, físicamente hablando
Me gustaría ser una chica Almodovar
Me encanta amar, y lo hago a diario
Odio la poesía, menos la de mi madre
Sonrió en la calle
Cuando estoy deprimida, escucho Tom Waits para llorar más
Cuando estoy nerviosa, psicomatizo en la boca
Cuando conozco a un chico, saco mi regla y lo mido
Extraño a mi mamá
Soy narcisista y adoro los espejos
Tengo muchas faltas ortográficas, muchas
Me gusta el verde y cerrar los ojos cuando ando en bicicleta
No uso casco porque soy necia


Me encanta saber que no me conozco ni un poco.

viernes, 6 de mayo de 2011

El color

Un efecto puramente físico: el ojo queda fascinado por la belleza y las calidades del color. El ojo se excita, como el paladar con un manjar picante. Luego se sosiega o enfría, como el dedo cuando toca el hielo. Se trata pues de sensaciones físicas, que, como tales, son de corta duración. También son superficiales y no dejan una impresión permanente cuando el alma esta cerrada. Del mismo modo que al tocar el hielo solo se siente el frío físico y se olvida esta sensación cuando se calienta de nuevo el dedo, así se olvida también el efecto físico del color cuando el ojo se aparta.


kandinsky